La ciudad no es un árbol

Creada el 2 de Febrero de 2015 a las 03:33 por graciaagmolina

Proyecto: Urban Games 2014
Tema: Diálogos
Coordinadores: abarca dacama

Valoración general

0/5 (0 votaciones)

Valoración de coordinadores

0/5 (0 votaciones)

Descripción

Reflexión sobre las interrelaciones que se dan dentro de la ciudad.

EntradaBlog

Entrada de Blog

En este texto se diferencia entre las ciudades naturales (aquéllas que se crearon de un modo más o menos expontáneo) y las ciudades artificiales (las que han sido creadas deliberadamente). Hoy en día se sabe que a estas últimas es más frecuente que les falte algo esencial, que les falte vida, entidad, el ser ocupadas y apropiadas por los ciudadanos como lo son las otras. Se ve a las ciudades modernas como algo triste, inevitable, algo que tiene una necesidad de algo real que de momento los arquitectos y urbanistas no sabemos qué es.

Últimamente se han procurado hacer diseños que interpretaban en clave de modernidad las características que se supone dan esa vida a la ciudad natural pero sin el mismo resultado. Hay que descubrir el carácter que da la vida a las ciudades viejas.

El autor propone que la clave está en el principio ordenador de cada una. Una ciudad natural tiene la organización de un semirretículo, en cambio cuando organizamos artificialmente uan ciudad, lo hacemos como un árbol. El árbol excluye la posibilidad de que los subconjuntos que fomran una ciudad se sobrepongan, cosa que sí consigue la semirretícula. El conccepto de la ciudad en árbol destruye las interrelaciones naturales, adecuadas y necesarias. Por lo tanto el semirretículo es una estructura mucho más compleja que el árbol.

Esta estructura en árbol incluye el famoso zonning, el separar por ejemplo la zona de vivienda de la zona de ocio. De esta manera nos encontramos por ejemplo un teatro y una ópera juntos. ¿A caso va a ir una sola persona una misma noche a los dos espacios uno tras el otro y por ello deben estar cerca?

Pero si sabemos que el modelo de árbol no funciona, ¿por qué seguimos insistiendo? La mente humana tiende a organizarlo todo, a racionalizarlo y clasificarlo, a establecer relaciones entre los objetos de forma jerárquica. Así que nos olvidamos de la dimensión emotiva del ser humano. El hombre es mucho más complejo y por mucho que queramos simplificar las cosas eso no va a cambiar.

Si de verdad queremos sorprender con la ciudad no debemos olvidar la complejidad del ser humano y sus múltiples interrelaciones con el medio, que no se producen de manera totalmente racional y premeditada, sino de forma casi azarosa y muy diversa dependiendo de cada ser humano.

Comentarios

Aún no hay comentarios para esta entrada. ¡Sé el primero!


Accede o regístrate para comentar y puntuar la entrada.