La crítica de Rem Koolhas sobre el Urbanismo, está completamente dirigida al Urbanismo generado a lo largo del siglo XX con el Movimiento Moderno. Ante un urbanismo que ha dejado de lado cuestiones como la acelaración del crecimiento demográfico, los valores contemporaneos de la ciudad ha impuesto sus ideas, estéticas y estrategas, basadas en restablecer un ''nuevo'' punto de partida.

Ante este panorama 'caótico' (según Koolhaas) deberá resurgir  un ''Nuevo Urbanismo'' que acepte la incertidumbre del cambio, de proporcionar un espacio psicológico, y de actuar de forma aditiva a las intenciones existentes, este nuevo urbanismo será una forma de pensar en la que comprenderá y escuchará lo que la ciudad está gritando.