El artículo cuestiona el futuro de la ciudad, en particular tras la crisis de salud de Covid-19. Esta pregunta es muy importante en el contexto del crecimiento urbano actual. Estamos en un momento en el que la gente se está concentrando en las ciudades y es importante adaptar la ciudad a estos nuevos comportamientos.

El artículo considera posibles desarrollos e identifica metas para el futuro. En primer lugar, desde el punto de vista de la distribución, los espacios públicos deben organizarse de acuerdo con los principios de salud. Los espacios de proximidad, como los ascensores por ejemplo, deberían ser objeto de nuevas propuestas para mejorar su uso.

El Covid también lleva a adecuar el espacio urbano en términos de tráfico. En el futuro, las ciudades deberían dejar más espacio para que los peatones y ciclistas prioricen la movilidad no motorizada. Asimismo, el tema de la proximidad física en el transporte público es preocupante y observamos que los usuarios han recurrido al transporte privado.

El Coronavirus también ha tenido un impacto en la planificación urbana. Existe una conciencia de la importancia de la anticipación y de pensar en la forma de la ciudad a largo plazo para hacer frente a futuras epidemias.

La pandemia también ha planteado el problema de la globalización y la especificación de territorios que se vuelven dependientes unos de otros.

Finalmente, observamos una digitalización muy significativa durante el Covid, que aceleró todos los medios ya instalados.

Personalmente, estoy de acuerdo con todos los comentarios realizados sobre los cambios a implementar. También he observado estos cambios en mi vida diaria, ya que he dejado por completo de utilizar el transporte público, por ejemplo, a favor de la bicicleta. Este cambio ha sido beneficioso para la salud de muchos usuarios, pero también para el medio ambiente y las molestias urbanas.

Por otro lado, lamento que el artículo no aborde el tema de implementar estos cambios y apoyar a las personas en esta transición. De hecho, durante el Covid, muchas personas, especialmente las de mayor edad, se vieron indefensas ante los servicios brutalmente digitalizados. Creo que los cambios deben implementarse gradualmente e introducirse de manera educativa para que sean aceptados por la población.