El concepto de tipo en si mismo está abierto al cambio. De ahí que el tipo pueda ser comprendido ‘como cuadro o marco en el que la transformación y el cambio se llevan a cabo‘, siendo asi, por tanto, termino necesario para la dialéctica continua requerida por la historia.

Los momentos más intensos de la historia de la arquitectura son aquéllos en los que un nuevo tlpo surge. Una de las tareas más dificiles con que un arquitecto puede encontrarse a lo largo de su carrera, por tanto, una de aquéllas que más merece nuestra admi- ración, es la que se le plantea cuando un tipo conocido se abandona y hay que proponer, de manera inequívoca, uno nuevo.

 

El énfasis en la tipología es característico del nuevo urbanismo. Los nuevos planificadores urbanos creen que es importante hacer coincidir las características físicas del desarrollo del sitio en la tipología apropiada para el lugar, según lo determinado por las preferencias locales tomadas en relación con lo que se evidencia por los patrones urbanos a lo largo de la historia. Los modernistas, de acuerdo con su renuencia general a mantenerse dentro de los límites de la tradición y la jerarquía de patrones, tienen menos probabilidades de centrarse en determinar la tipología correcta del lugar.