Si algo nos llama la atención en este artículo, entre otras muchas cosas, es la importancia del emplazamiento y su influencia sobre las personas que alli habitan.

     Desde que nacemos el emplazamiento nos viene impuesto, lo más probable será que a lo largo de nuestra vida ese emplazamiento vaya cambiando y nosotros mismos nos mudaremos a nuevos emplazamientos.

    De todos los emplazamientos que habitaremos en nuestra vida nos podremos llevar mil historias. En ellos nos veremos obligados a tener relaciones sociales, a adáptarnos a culturas y tradiciones, todos estos emplazamientos nos harán crecer y nos enriquecerán, probablemente alguno nos empobrecerá y nos servirá para distinguir un buen emplazamiento de uno malo.

    La labor del urbanista es transformar estos emplazamientos, mediante su intervención o su no intervención. De manera que sigan respondiendo a las necesidades que va demandando la sociedad.