La calle es unos de los elementos principales que configura nuestras ciudades. Están han sufrido un  importante desarrollo a lo largo de la historia, desde un inicio en el que sus usos iban destinados a la relación entre personas, más tarde al paso de vehículos hasta la llegada de los tranvías y transportes públicos, lo cual afectaría totalmente al concepto de calle en ese momento. Además a esto hay que sumarle la aparición de los comercios, del nacimiento del consumismo, el cual llevaría a hacer de la calle un lugar de tránsito, de estancia, de paso y de parada.

El factor que más modificó las calles sin duda fue el transporte, debido a las velocidades, a la necesidad de organización. Dentro de esta organización aparecerá una jerarquía, la cual nos limitará los accesos de ciertos transportes y nos acabará determinando diferentes tipos de calles (residenciales, privadas, controladas, trafico moderado, peatonales, etc).

Los comercios por lo tanto buscarán calles más seguras en las que el peatón pueda parar a mirar que compra, lo cual nos obligara a tener un tráfico más controlado, para así poder asegurar la seguridad del peatón. Se comenzarán a crear así infraestructuras como el metro que irán bajo tierra.

Como conclusión creo que deberíamos apostar más por el transporte público y sobre todo por el uso de bicis e ir a pie en la ciudad. En muchos países de Europa ya tienen prioridad las bicicletas y son el transporte más recomendable para el desplazamiento rápido y económico (por ejemplo Ámsterdam, Copenhague o Berlín). Así conseguiremos que los peatones vuelvan a ser los protagonistas de nuestras calles y consigan disfrutar mucho más de su ciudad.