Según Fernando Chueca las ciudades deben ser estudiadas sin evitar la complejidad, atendiendo a diversos ámbitos: económico, social, cultural, etc.

Comienza clasificándolas según modelos que han aparecido de manera recurrente en la historia. Desde la ciudad latina , diferente de la polis griega, hasta modelos medievales que se han ido adaptando hasta llegar a nuestro tiempo. Describe, para ejemplificar estas diferencias, tres tipos de ciudad muy distintos tomando como medida de comparación la vida pública: la ciudad mediterránea, abierta a la calle, la anglosajona, encerrada en lo doméstico, y la musulmana, centrada en los patios, muy privada. Menciona también la ciudad-convento española, con notables paralelismos con la musulmana, en a que casas, palacios y calles quedaban encerrados dentro de recintos delimitados por tapias.

Si se obvia el carácter estudiado previamente, la vida pública en la ciudad, se deben buscar otros. Según  Spengler es la presencia de alma ciudadana lo que define a una ciudad. Esta presencia aparece cuando un núcleo  urbano adquiere una personalidad y una historia propia. Esta forma de clasificar los asentamientos  hace que se obvie el tamaño de la ciudad, siendo más ciudad un pequeño pueblo con historia y habitantes cohesionados que una gran aglomeración de personas que habitan sin relación entre ellos. Aparecen también las ciudades sin alma, fruto de la revolución industrial. Constan éstas de dos partes: la factoría y el slum, especie de abigarrado dormitorio donde los trabajadores se limitan a descansar al acabar la jornada laboral, y carecen de elementos significativos como el mercado y la plaza central.

Las ciudades llamadas en el texto paleotecnicas, se rigen por criterios económicos: adoptan la cuadrícula y ofrecen a las fábricas los mejores lugares, amenos y con mejores recursos. En realidad este tipo de ciudad pura no existe, aparecen de forma mixta. A partir de esta ciudad se han dado pasos hacia la urbe neotecnica, donde las clases acomodadas se alejan de las zonas degradadas, dando lugar a una ciudad mas fragmentada. Es este el escalón de inicio de la nueva transformación de las ciudades. A partir de aquí, erradicar la dependencia del cohe, la zonificación extrema, la ausencia de núcleos descentralizados que aglomeren elementos significativos y servicios, urbes no concéntricas como una cebolla, sino con escala más de barrio y de peatón.

Referencia imagen portada: http://fespm.es/CIUDAD/ciudad_lineal.htm