Una ciudad está marcada por el número de habitantes que en ella viven. Pero hay determinadas cuestiones que una ciudad debe de suplir; el cómo se encuentran distribuidos interiormente, cómo se encuentran unidos los distintos distritos, una ciudad cómoda, una ciudad segura… En las ciudades, en el proceso de convertirse en gran metrópolis, se desarrolla un crecimiento generalmente en forma de mancha de aceite, consecuencia directa del rápido proceso de crecimiento. Esto lleva a que la ciudad pierda organización, y relación con el centro, perdiendo uniformidad.

Los ejes, generalmente calles anchas donde el vehiculo es el protagonista del trazado de la calle que se desarrolla “casi al infinto”, son una buena via de comunicación entre distintos puntos de una ciudad. Un eje, que se va desarrollando en el tramado de la ciudad, como si de un jersey se tratara, uniendo las distintas partes para hacer de todo, un conjunto.

En mi opinión, una organización axial desarrolla una ciudad bien comunicada, y te proporciona una imagen de claridad, una sensación de saber bien donde te encuentras ubicado. Pero, el abusar del concepto de calle eje, donde se desarrolla una calle “infinita” marcando ya no una línea recta, si no defendiendo una lejanía, monotonía, que remarca negativamente la experiencia del ciudadano. Unas calles done te encuentras atrapado dentro de un corredor, limitado por grandes edificios, que se extienden a lo largo toda la calle, creando una frontera muy marcada. Lo adecuado seria hacer de esas calles ejes, porque en mi opinión es necesario unir tan drásticamente una ciudad interiormente, una visión de algo distinto, una visión de centralidad enmascarada dentro de la longitudinalidad.