Rem Koolhaas plantea aquí una corta pero enorme reflexión acerca del urbanismo actual: ¿cómo es posible que en una época de gran expansión demográfica, y por ende, urbana de nuestra sociedad el urbanismo quede o apartado de este proceso o sus iniciativas son pobres y, normalmente, no consiguen buenos resultados?

En esta reflexión que alcanza la cota de manifiesto urbanístico con sus proclamas y su caracter  de ánimo e intento de reafirmar la importancia del urbanismo, comienza su crítica estudiando el urbanismo del que nace el actual: el urbanismo del movimiento moderno. Establece que ese urbanismo moderno, establecido en la carta de Atenas, falla en su pretensión de querer crear un diseño perfecto en el que el urbanista tiene un poder diseñador y planificador que realmente nunca lo consigue, pues la ciudad siempre "se sale con la suya", es decir, trabaja de otra manera a la que el urbanista pretencioso pretende imponer.

El urbanista es dogmático, y es ahí donde Koolhaas ve el problema: no somos capaces de crear urbanismo que funcione de verdad

"[...]por lo tanto es incapaz de concebir nuevas modestias, intervenciones parciales, realineamientos estratégicos; posiciones comprometidas que puedan influir, redirigir, tener éxito solo en términos limitados, de reagrupar, casi de empezar de cero,..."

Además nos hace ver la importancia del urbanismo en el marco actual, haciendonos ver que la arquitectura en sí bebe mucho del urbanismo, mostrándonos el valor de un buen urbanismo, del que emana una gran arquitectura

Por lo tanto, ¿porqué el urbanismo no logra una buen diseño y no logra valorarse a sí mismo?

"[...]El nuevo urbanismo escenificará la incertidumbre. No se ocupará de la disposición más o menos permanente de objetos en el territorio sino de la irrigación de potenciales en él. No buscará configuraciones estables sino la creación de entornos que favorezcan la acumulación de aquellos procesos que se resisten a cristalizar en una forma definitiva. No consistirá en la definición minuciosa de cada detalle y en la imposición de limites, sino en la expansión del contenido y la negación de las fronteras; no consistirá en la separación e identificación de entidades sino en el descubrimiento de híbridos inéditos."

Sus planteamientos son bastante claros respecto al urbanismo, de su problemática, cómo la señala y cómo ve el valor del que no hacen gala los urbanistas. Los postulados de importancia del urbanismo y de la busqueda de elemento de incertidumbre, de investigar los lugares y darles personalidad, no solo arquitectónicamente, sino urbanísticamente. No implantar elementos sacados de un laboratorio, sino fruto de la investigación de la ciudad que estas trabajando. De su aprehensión total de cada ciudad, todas distintas entre sí, surgirá el urbanismo del futuro.

La ciudad no solo pertenece a sus arquitecturas, sino al urbanismo que guarda las raices de las ciudades. Son esas raices las que hay que estudiar y saber interpretar y mostrarlas a la misma.