ARTÍCULOS Y REFLEXIONES

Creada el 29 de Diciembre de 2021 a las 13:53 por MariaGarridoGonzalez

Proyecto: Urbanismo 3 | B
Tema: Artículos
Coordinadores: dacama

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Breves conclusiones de los textos de este curso.

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0.1 LA GRAN CIUDAD- OTTO WAGNER

La aportación de Wagner del siglo XX sigue siendo objeto de debate en pleno siglo XXI. Afirma que la ciudad no debe ser individualista y elitista, sino una ciudad donde tienen cabida las diferentes clases sociales y se tratan todos los distritos por igual, buscando la belleza y el arte, además de la practicidad y racionalidad. Sin embargo, en el texto creo que se refiere a la belleza y estética que puede apreciar un visitante, pero, la ciudad es del habitante que la recorre día  a día, por lo que debemos diseñar una ciudad bella en su funcionamiento, movilidad y relaciones. Así, creo que las nuevas formas que reflejan la dinámica de la gran ciudad y el progresismo optimista que anhelaba Wagner pueden llevarse a cabo. 

 

0.2 LA CIUDAD NECESITA DE TODOS NUESTROS CUIDADOS- José Luis Gómez Ordóñez

En este artículo Gómez Ordóñez nos recuerda la finalidad de la arquitectura, que es su solidez y duración, luchando contra el destino efímero. Además, debe forjar vibraciones del alma y emociones. Así, se encuentra una finalidad esencial a lo largo de la historia de la arquitectura, sin importar la moda del momento. El urbanismo no es ahora mejor que el de antaño, sino que el previo a nosotros soluciona problemas de sus necesidades. El estudio y consideración de la historia urbana y arquitectura pasada nos ayuda a afrontar el futuro. Incluso las respuestas de problemas pasados son capaces de ser totalmente contemporáneas y acertar en nuestras necesidades. 

A continuación, se trata al ser humano como cívico, con una naturaleza social y política, por ello, son esenciales las ciudades. Las ciudades siempre serán el encuentro del hombre y su construcción debe ser bella (arte) para vibrar el alma y encontrarse a uno mismo y a los demás. Además debe ser digna, cómoda, firme, eterna (ciencia, tecnología) para dar cabida a problemas futuros. 

Sin embargo, no debemos saturar la ciudad, porque se vuelve desoladora y no propicia los encuentros entre vecinos. El humano necesita el silencio y paisaje de lo rural, pero con encuentros cívicos y artísticos. Debido a esto, el urbanismo hoy día busca regenerar y renaturalizar la ciudad olvidada. 

Ya en un tema más social, Gómez Ordóñez entiende la ciudad como una fuerza colectiva, por ello, no debe ser interés individual y ordenada y diseñada por unos pocos, sino por una sociedad. Como se dice en el texto, actualmente la ciudad es de individualidad extrema, fragmentada e insolidaria y no se permite la participación ciudadana. 

 

Entendiendo la ciudad como artefacto, los núcleos urbanos han crecido físicamente en población, pero no en infraestructuras, que son su soporte. Necesitamos infraestructuras acordes a nuestro tiempo, evitando la “España vaciada” y el colapso del medio ambiente urbano. Debido a esta emigración, las parcelas no se respetan como naturaleza con potencia de espacio público colectivo, sino una superficie que aporta beneficios. ¡La ciudad está enferma! Las rentas separan clases sociales y la arquitectura que rompía barreras ahora las refuerza, se evitan los objetivos del urbanismo moderno: vivienda digna e higiénica con espacios públicos y circulación eficiente.  

 

Debemos habitar la calle, lo público y colectivo, si no, la urbe se debilita y pierde su esencia cívica. Además, habitar el pasado con una visión presente de eficiencia. Es decir, utilizar lo ya disponible a la libertad colectiva. El urbanismo moderno busca lo que consiguió el urbanismo del pasado, hacer de lo simple de una plaza un espacio complejo para relaciones sociales. 

Nuestro cometido como diseñadores del futuro espacio urbano debemos proyectar con flexibilidad para acoger expresiones futuras. 

Como conclusión final, debemos valorar nuestro legado y nosotros, como arquitectos en potencia, acomodarlo para el futuro. 

 

0.3 LA GRAN CIUDAD- Hilberseimer

Este texto pone de manifiesto la evolución y problemáticas de las grandes ciudades del siglo, explicando cómo son y por qué son, diferenciando las grandes ciudades del pasado y las presentes. 

Para empezar, se debate sobre la composición del medio ambiente, donde tiene cabida la ciudad. Es una tarea de la humanidad. No podemos separar la ciudad de su contrario, de la naturaleza no humanizada. Ambas se benefician, es dialéctico, no son burbujas independientes. 

Ahora las ciudades no son como las pasadas, sino que se rigen por un sistema capitalista de economía mundial y no nacional, por ello, son internacionales. Las grandes ciudades se parecen por la internacionalización de su aspecto, no como antaño, que eran un reflejo de la nación. Hubo un gran crecimiento caótico de los núcleos urbanos desde la revolución industrial, llenando las periferias de cajas de zapatos en las que no se pensaba en la colectividad. ¡Faltaba una voluntad colectiva! 

Actualmente, tras el COVID-19, hay una voluntad de fomentar la comunidad, ya que hemos habitado en celdas individuales que sólo se muestran a la vida pública, no a la colectiva. Recae en el urbanismo esa voluntad. 

Debemos reflexionar sobre los ensanches, el contacto de la residencia con la fábrica y, si el modelo híbrido posible del futuro no abusa del hombre y sus necesidades. Debemos acercar siempre la naturaleza a la residencia y la residencia al trabajo, pero de manera sostenible, con un ambiente urbano saludable. 

Además, la ley reguladora sólo corta patrones idénticos y no deja respirar al urbanismo, la identidad de la sociedad, cultura y época. Cuanto más se respeten las decisiones constructivas, más rica en sensaciones será la gran ciudad. 

El capitalismo abusa de la gran ciudad como se indica en el texto, la ciudad no debe tener un espíritu mecánico. La sociedad reclama un cambio de percepción.

1.1 UNA NUEVA MIRADA AL PROYECTO URBANÍSTICO- Joan Busquets

En este texto, Joan Busquets nos invita a reflexionar sobre las líneas de trabajo en el urbanismo. Estas deben tener una metodología que se base más en la ciudad del futuro para conseguir cambios relevantes y eficientes.

Antes había muchos límites entre urbanización e industrialización, y se separaba mucho el planteamiento urbano, el diseño urbano, paisajismo… hoy ya no pasa eso, hay límites mucho más difusos. Estamos actuando en una dinámica automática sin reflexionar de forma crítica los cambios que necesita. 

Busquets afirma que ahora las ciudades están en una rehabilitación del urbanismo funcionalista de posguerra, sin embargo, a mi parecer, nos enfrentamos a multitud de hechos. En primer lugar, la burbuja inmobiliaria que inundó el país en los 2000 que condiciona a la arquitectura a ser un producto en serie y de baja calidad arquitectónica, en el que el urbanismo era una consecuencia de los bloques de pisos a primera línea de playa, no pretendía ordenar la ciudad a visitas futuras. Más adelante, tras la pandemia y el confinamiento, la importancia de la ciudad, de su relación con las arquitecturas y el foco social, han facilitado un cambio de dinámica en los proyectos urbanos, donde se pretende una ciudad más salubre y atenta al futuro, como las nuevas tecnologías o el cambio climático. 

Toda obra arquitectónica necesita su abstracción en un proyecto urbano, a mayor escala al que pertenece. Si no, pueden darse buenas relaciones entre arquitectura y urbanismo pero serían casualidad. Ahora se reconocen las acciones abstractas en los nuevos planes para la ciudad, reconociendo las reglas abstractas de ella.

Ahora el espectro de los proyectos urbanísticos es más amplio, hay diversidad en los ámbitos de actuación, nuevas disciplinas profesionales y diversidad metodológica e instrumental. De acuerdo con el artículo, la fragmentación excesiva de la ciudad en sus infraestructuras y sus sectores funcionales no permite operar de forma integrada. Por ello, se deben superar estas barreras en los nuevos proyectos urbanos para entender la ciudad como un organismo que debe cuidar todas sus células por igual. Por ello, la separación profesional es un límite a superar en la ciudad del futuro. 

 

1.2 ALEGORÍA DEL PATRIMONIO- Françoise Choay

El artículo comienza con una definición de patrimonio y patrimonio histórico, en el que Choay manifiesta que es una institución y mentalidad. 

Se aborda el patrimonio construido, aquel en el que se desarrolla nuestra vida. La esfera patrimonial actualmente consta de varios tipos de edificios e incluso conjuntos, no como antaño, que eran edificios individuales. Ahora el debate está en los criterios de selección del monumento histórico. 

Debido al público, muchos monumentos tienen efectos negativos. Incluso, muchos de ellos se denuncian por otros aspectos como su acción paralizante en la creación y diseño de la ciudad. En consecuencia, el debate de su necesidad o reemplazo está presente. Los arquitectos reclaman dejar huella en la ciudad como lo hicieron sus antepasados, poder mantener vivos los edificios con la arquitectura de nuestro tiempo, sin embalsamarlos en una conservación intransigente. En el artículo se cita que los arquitectos no quieren verse relegados a extramuros para sus huellas urbanas. En mi opinión, es una actitud clasista en cuanto al valor patrimonial de las periferias, ya que, por no ser tan antiguas, no se consideran patrimonio cuando realmente sí que lo tienen como un crecimiento de la ciudad. Es cierto que el centro urbano necesita nuestros cuidados, pero el futuro patrimonio histórico de periferia debe recibir la misma atención. 

En cuanto a los monumentos y su futuro, creo que seguirán teniendo el significado de antaño: una voluntad de una comunidad de recordar ciertos aspectos de su memoria para generaciones venideras. Sin embargo, nuestra percepción de su uso ha cambiado, ya que no serán un artefacto inalterable, sino que serán monumentos habitados y modificados por la arquitectura de una forma dialéctica. Para ello es necesario establecer parámetros de qué es patrimonio y monumento en el presente para poder darle cabida en el futuro. 

 

1.3 EL PROYECTO DE LA CONSERVACIÓN- Pier Luigi Cervellati

En este artículo de Cervellati se ponen de manifiesto las pautas necesarias para un proyecto de conservación del patrimonio arquitectónico. Primeramente se analizan los modelos urbanos que definen la ciudad, donde separa una zona A ( patrimonio edificado y zonas agrícolas) y zona B (ciudad emergente). Tras esto, se explica la estructura del centro histórico y cómo se debe recuperar el patrimonio arquitectónico. Para ello, Cervellati expresa su preocupación por la restauración conservadora y sin criterios, ya que el arquitecto tiene un poder innovador. De acuerdo con el texto, es necesaria una flexibilidad en la conservación del patrimonio, ya que la arquitectura debe estar viva y ser utilizada en concordancia a su época. Aquí entra en valor la tipología del edificio con el uso que tiene, en el que Cervellati indica que no se deben usar estos edificios para usos diferentes. La adecuación de edificios históricos a nuevos usos es un tema de debate. En mi opinión, la mayoría de usos de estos edificios no están vigentes, por lo que una adaptación a nuevas necesidades implica nuevas instalaciones que dejan huella en la memoria del mismo. Aquí la dualidad de conservar la forma, materialidad y estética del edificio o conservar su importancia social y su finalidad que es ser utilizado. Creo que es importante un buen estudio del proyecto de conservación estética y formal pero debe siempre estar ligado a ser un espacio en el que se desarrolle la vida y con una participación ciudadana. 

 

1.4 EL PROBLEMA DEL CENTRO HISTÓRICO- Giorgio Piccinato

El texto pone de manifiesto la problemática del aumento demográfico de las ciudades y su diferencia en el valor del suelo de las distintas zonas urbanas. Como pasó en París, para una mejora de la ciudad se insertaron nuevos trazados, lo que condujo a expropiaciones y demoliciones y permitió la especulación. 

Tras la guerra, el crecimiento caótico de la población en espacios liberados llevó a una crisis residencial de los centros históricos en los que no había residentes debido a las rentas elevadas. Esto hizo grandes espacios inhabitados en centros históricos, que se reformaron para ser totalmente serviciales. Hay una gran segregación en los centros históricos y gentrificación, en lo que los arquitectos tenemos una obligación de evitar. El centro urbano debe ser para sus habitantes, no una muestra de poder de grandes empresas y un reclamo turístico. 

 

1.5 LA CIUDAD DEL CUARTO DE HORA- Nuño Mardones, José Luque e Izaskun Aseguinolaza

En este artículo se relatan las nuevas líneas urbanísticas a seguir tras el COVID-19 y el cambio climático. Para ello, se toman algunas medidas para mejorar los entornos escolares evitando el uso del coche privado y favoreciendo la bicicleta y el peatón. Se propone una ciudad en la que los servicios necesarios sean de barrio, no superando los 15 minutos andando. Esto apuesta por el consumo local y favorece las relaciones vecinales. Sin embargo, la cultura capitalista nos incita a consumir en grandes superficies y franquicias, que llevan al individuo a desplazarse, normalmente en coche privado, para consumir. Creo que el arquitecto puede favorecer el comercio local mejorando la proximidad y movilidad, pero es un problema de base, necesitamos un cambio de perspectiva y de valor al pequeño comercio para que esta iniciativa tenga cabida. 

 

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