Hoy en día, surge la necesidad de reflexionar sobre los cambios que está experimentando la ciudad estas últimas décadas. Estos cambios no solo son drásticos, sino que también ocurren a una velocidad de vértigo, haciendo que los planteamientos urbanísticos queden obsoletos.

La mayoría de los planteamientos de siglos anteriores han quedado al margen de ser una ideología que en su momento funciona debido al contexto en el que se estaba viviendo. Los proyectos diseñados durante el Movimiento Moderno, en postguerra, siguen unas pautas de funcionalismo, mecanización y existencialismo que no se acomodan al urbanismo contemporáneo. Las nuevas tecnologías y avances en el campo del urbanismo debería de ser capaces de reinterpretar estos proyectos y adquirir ventajas para crear nuevos planteamientos que satisfagan las rápidas modificaciones de nuestras formas de habitar la ciudad.

En conclusión, las ciudades están en pleno crecimiento y desarrollo. Es por eso por lo que no nos podemos quedar estancados en ideas que funcionaron en un momento concreto del tiempo, sino que hay que hacer nuevos planteamientos y planes urbanos que den respuesta a lo que los ciudadanos estamos demandando a la ciudad.