04.1. TRAZAR EL TERRITORIO. J. L. GÓMEZ ORDÓÑEZ

El trazado del territorio consiste en una serie de tareas. Los caminos son trazados con hitos y referencias, que proporcionan un conocimiento sobre el lugar, siendo el camino el que une estos lugares. A su vez, el camino y sus lugares nodales son los que constituyen el espacio de lo público, lo colectivo.

El trazado también implica el parcelamiento, la delimitación, la división del territorio. Lo pequeño es subdivisión y repetición de lo grande. Esta idea multiescalar produce ritmos e intervalos, centralidades y jerarquías. Triángulos, cuadrados y hexágonos han sido las formas adoptadas por las teselas de las reticulaciones territoriales, sin embargo las formas lineales han servido para unir ciudades, logrando que estas y los espacios de cultivo se asienten. 

El trazado no sería posible sin secciones longitudinales y transversales. Trazar conlleva entender la multiescalaridad que conforman el conjunto y el detalle. Es necesaria una mirada como sociedad que atienda a la espacialidad y a lo temporal, ya que una mirada individual solo se centra en los detalles.

04.2. SOBRE LA NOCIÓN DE TIPO. RAFAEL MONEO