En esta primera práctica, se nos presenta un problema que tarde o temprano vamos a tener que afrontar. La población crece, y la ciudad sigue con ello un desarrollo. Una evolución que va a cambiar nuestra concepción de ciudad. La duda por lo tanto es; ¿Qué será de nuestro urbanismo, llegada la situación del doble de la actual población? Claro está que la superficie construida va a tener un aumento proporcional.

Mi propuesta consiste en utilizar la superficie de las cubiertas. Con los nuevos materiales, convertir la antigua cubierta de teja en terrazas habitables conectadas entre sí. De esta manera, además de sumar más superficie habitable, se crea un recorrido que sobrevuela la ciudad y ofrece una nueva perspectiva. Estos recorridos turísticos y públicos además, permiten una vía de comunicación alterna. Así, las calles podrían estrecharse y las parcelas de los edificios ser más amplias. En este mismo proceso, se podría llegar a una ciudad conectada entre sí en diferentes alturas, y prescindiendo en cierta medida del callejeo habitual. 

En la lámina se plasma la zona de Granada que abraza al Genil por su ensanchamiento en los Escolapios. Una situación intermedia con la sustitución de las cubiertas. En el detalle, el edificio de Mercadona con una amplia terraza conectada.