“¿Por qué planificar?” pregunta Kevin Lynch en su texto “El arte de planificar el sitio”. Respuesta: no es la pregunta, si hay que planearlo o si no, la pregunta es: ¿En qué grado? En nuestro tiempo no podemos dejar tanto al azar. Lynch critica el planeamiento de sus días así: feo, precipitadamente, convencional. Y tiene razón. Lo que más importa en las ciudades de los Estados Unidos y en Europa es el coche. Han planeado construido y modificado ciudades para que sirven a los coches. Intentaron solucionar los problemas grandes de este tiempo - alojamiento, trafico, ... -  con soluciones totalmente técnicas, independientemente del lugar donde hay que resolver los problemas, pensando que el lugar no nos afecta en nuestra vida. Pero hay un intercambio, una relación entre hombre y ambiente, y por eso necesitamos una simbiosis entre el proyecto y el ambiente en que está. Tenemos que planear el sitio, en espacio y tiempo, en su conjunto de edificios, calles, estructuras, vivientes, …  El proceso del planeamiento siempre es un circulo de pensar y repensar, de decisiones, de repensar de nuevo. Es un circulo constante de aprendizaje, hay que hablar con la gente del sitio, hay que pensar de lo que necesitan, hay que analizar el pasado y el presente del lugar antes y al mismo tiempo cuando estás planeando y diseñando, y hay que fijar objetivos bien formulados, que dejan espacio a todas las soluciones posibles. Tenemos que recordar que estamos pensando el futuro, que no podemos influir, pero podemos desarrollar “una trama posible en espacio y en el tiempo”.

Fuente Imagen: https://www.slideshare.net/resmini/groundhogs-in-the-source-code/5-KEVIN_LYNCH_SKETCHES_MNSUEDU