En este prólogo, Solà-Morales nos hace reflexionar sobre algunas ideas claves del urbanismo. Nos define el formalismo, que se apoya en la legislación, el trazado y las tradiciones clásicas, y el informalismo, que se apoya en el lugar, la edificación, el contraste y la diferencia, lo que nos incita a plantearnos la siguiente cuestión ¿en nuestros proyectos de urbanismo, debemos combinar ambos términos o tenerlos en cuenta por separado? En mi opinión, el formalismo va ocupando más espacio en nuestros proyectos, cada vez más, con las nuevas leyes, códigos técnicos, restricciones, etc. El verdadero proyecto empieza del suelo, del propio lugar.

Opino que hay que construir el urbanismo de lo particular a lo general, el urbanismo debe surgir naturalmente, espontaneo, pero sin olvidar ese formalismo del que habla Solà Morales, debemos llegar a un equilibrio entre ambos conceptos para llegar a la ciudad con coherencia.