La piel como estructura en sí misma, la materialidad y la experimentación de la arquitectura y el urbanismo son las ideas principales de la que Solá-Morales nos habla y lo que me ha parecido más interesante.

El autor defiende la percepción del espacio público desde el tacto, desde lo humano. Un proyecto para las personas nunca será bueno si no tiene en cuenta nuestro modo de habitar los espacios. Las trazas, la parcelación y la regulación son instrumentos a nuestro alcance pero nunca hay que olvidar la escala más cercana del proyecto urbano. La elección de un pavimento, una vegetación o un mobiliario al final determinan nuestra manera de interactuar con el medio.

Solo con la textura un espacio puede pasar de percibirse de tránsito a favorecer la estancia. Un espacio se experimenta más profundamente a través del tacto que de la vista por lo que ¿por qué nuestros proyectos son solo imagen? Las obras de tanto éxito mediático que critica Solá-Morales ¿se plantean realmente la rugosidad de los espacios?

Fuente imagen: http://es.slideshare.net/ruby_melgoza/acupuntura-urbana-17665940