Solà se basa en el libro de Unwin para destacar que el buen urbanismo es una simple cuestión de perfecto equilibrio entre formalismo e informalismo, es decir entre normas, legislacion, tradicion, el lugar, las personas, etc. 

Debemos de llegar a un término medio entre lo preexistente y lo nuevo. Debe haber una compensación entre ambas partes.

El urbanismo debe pensarse como conjunto, y para ello se empieza de lo particular, para llegar a lo global, a la ciudad.