La fama en la arquitectura es una enfermedad

En el urbanismo actual falta imaginación de futuro, el buen urbanismo es cuestión de quererlo, no hay voluntad ni deseo, así que no puede haber calidad en el urbanismo, los arquitectos actuales tienen una visión de una ciudad que no tiene solución, se dedican a hacer sus edificios y se desentienden del urbanismo. Los proyectos deben responder al entorno urbano y a las necesidades del proyecto, la expo de Zaragoza es un ejemplo de un proyecto que se expande por la ciudad y no resulta útil en la ciudad, podría haberse aprovechado para crear nuevas uniones.  Para trabajar en una ciudad es importante entender las leyes de la misma, que son todas las emociones que nos llenan al pasear por una ciudad.