Las calles, imprescindibles en la organización de una ciudad, son el esqueleto de la urbanidad. No son simples lugares de paso que permiten la comunicación, donde se diferencian los espacios para peatones y para el transporte; sino que conforman la habitación de la comunidad, lugares de encuentro donde se realizan muchas actividades para socializarse, de manera que las hacen seguras al ser tan frecuentadas; y no sólo eso, gracias a ellas los edificios se entienden y se relacionan, a la vez que les ofrece ventilación, iluminación e higiene, además de  hacernos visible la dimensión, forma y escala de la ciudad.

Las plazas, lugares que representan a la comunidad y que han evolucionado con el tiempo. Eran el lugar donde se tomaban decisiones y se realizaba cualquier actividad cívica o intercambio modal, para lo que hoy día, ya hay edificios específicos como son los museos, estadios o cualquier estación de ferrocarril o autobús, entre otros. Lo que sí que no ha cambiado, ni cambiará por mucho tiempo que pase, es que es el lugar público por excelencia hasta en el más pequeño de los pueblos o aldeas. Por sus grandes espacios abiertos y peatonales, siempre será el lugar de reunión y donde se celebrará la feria, fiestas, acontecimientos especiales o sin ir más allá, donde se pondrá el mercado tradicional.

Por todo esto, debemos de cuidar, conservar y respetar nuestra ciudad y hacer de ella cada día un sitio mejor para todos.tiempo que pase, es que es el lugar poambiarlucionado con el tiemporres; todas tienen la misma finalidad.