El trasladarse de un lugar a otro viene dado en la naturaleza propia del hombre. Tanto es así que antes el ser humano era nómada. Desde hace varios siglos y asumiendo nuestro sedentarismo para aprovechar los recursos de un lugar, las personas se trasladan la mayoría de las veces de un lugar a otro de su ciudad, y esto se debe gracias a las calles, lugar no solo de flujo sino también de actividad de la gente. Podríamos decir que la mayoría de nuestra interacción pública como animales sociales se realiza en las calles.

Las calles han ido evolucionando conforme a las necesidades de los que las transitan, desde la calzada romana para trasladar productos, relacionarse o incluso como lugar de comercio, hasta nuestros días en el cual las calles han sido invadidas por transporte privado que hace del desplazamiento algo mas cómodo pero que supone un coste demasiado alto, la destrucción de los espacios de interacción y de vida pública, ya que la red viaria hoy en día solo sirve única y exclusivamente para el desplazamiento y transporte. Convendría estudiar la necesidad real de utilizar el transporte privado existiendo transporte público o medios de transporte que no supongan la creación de redes viarias que limiten el espacio público para el peatón, como las bicicletas.

Fuente de portada.Foto propia.. Medina de Tánger