Este texto nos lleva a cuestionarnos cómo en la ciudad han ido surgiendo ciertos errores o equivocaciones, que hoy nos parecen normales. Como las periferias de las ciudades, llenas de bloques residenciales, edificios en altura y suelo desaprovechado. Únicamente pensamos que el encargo de un proyecto consiste en crear un magestuoso edificio pero, ¿acaso el suelo no es también arquitectura?¿La creación de nuevos accesos y recorridos no es también un cambio en la ciudad, y por tanto afecta al urbanismo?

El problema de olvidarnos del suelo de las ciudades ha surgido a partir del "formalismo", basado en los trazados y las leyes clásicas. Todo perfectamente organizado en calles rectilíneas y manzanas más o menos rectangulares. ¿Y si el verdadero proyecto estuviera en proyectar el suelo? De ahí surge el "informalismo", basado en el lugar, en crear contrastes, tener una voluntad de crecimiento espontáneo.

Considero que el crecimiento de cada ciudad debe ser de manera natural, espontáneo, basado en este informalismo, pues cada ciudad se encuentra situada en un lugar diferente, con unas características distintas y que no se pueden tratar de generalizar. Es verdad que es necesario el formalismo en algunos aspectos, pero no para definir ciudades en su totalidad, sino caeríamos en crear ciudades con calles, edificios y espacios totalmente iguales. ¿Dónde quedarían los contrastes y singularidades de cada lugar?

Imagen de portada obtenida de la página web http://composicionurbana.blogspot.com.es/2013/05/trujillo-del-peru.html