¿En qué grado y medida deben estar todos los espacios planificados?

Esta sería la principal cuestión que se nos plantea en el texto. Evidentemente, hay ciertas cosas que deben ser estudiadas y medidas para adecuarse a la situación del momento y del lugar. Sin embargo, cuando únicamente nos dejamos guiar por estos tecnicismos, la ciudad comienza a desaparecer. Cada sitio o espacio a crear dependerá del lugar en el que se situa, dependerá del emplazamiento.

Según Kevin Lynch, "emplazar consiste en el arte de organizar el entorno físico exterior como soporte del comportamiento humano". ¿Y es que acaso, se puede planificar el comportamiento humano? Es casi imposible; es cierto que se pueden establecer rutinas o hábitos, pero la naturaleza de cada persona es distinta a cada momento, no se puede planificar todo al milímetro. Un buen ejemplo de esto, podría ser el Plan de los Comisionados de 1811 en Nueva York, donde se planificó al detalle cómo debía ser el crecimiento de la ciudad y cómo serían las manzanas de la misma. Sin embargo, el problema llegó cuando, inesperadamente, la población se cuadruplicó, demandando la aparición de grandes espacios públicos y zonas verdes para descansar de la "gran ciudad". Fue así como surgió la construcción de Central Park casi 50 años más tarde de la creación del Plan de los Comisionados. ¿Quién podría haber esperado esta reacción en la ciudad de Nueva York? Este es uno de tantos ejemplos, de cómo nada puede estar totalmente planificado y dejar ciertos ámbitos al azar, sólo así descubriremos el "espíritu del lugar", que tanto defiende Lynch.

Imagen de portada: vista aérea de Central Park, en Nueva York, obtenida de la página web http://tecnologia.facilisimo.com/blogs/general/la-mejor-panoramica-aerea-de-nueva-york-hasta-la-fecha_855203.html