Manuel de Solà-Morales comienza debatiendo la afirmación de Bestky “los edificios son la tumba de la arquitectura”. Yo tampoco creo que esto sea así, hay ocasiones en las que los arquitectos se dejan llevar por las nuevas tendencias o por su fama y crean verdaderos monstruos. Otras veces ocurre al contrario, cuando son edificios de poca envergadura, en lugares corrientes, tampoco nos preocupamos en diseñar grandes proyectos. Pero sin la materia la arquitectura no sería posible, pienso que su función es servir a la ciudad, y eso únicamente con teorías no podría conseguirse.

Respecto a las preguntas sobre urbanismo, contesta que cree que ni antes ni ahora hay un buen urbanismo, pero al cabo del tiempo sólo permanece la buena arquitectura. Que los arquitectos reniegan de las ciudades y se centran en sus edificios, a pesar de tener ahora muchos más medios para crear ciudad. Este es un tema que llevamos debatiendo desde principio de curso, el desinterés del arquitecto por el buen urbanismo. Y es que Solà-Morales tiene razón, los elementos más pequeños también configuran la ciudad y depende de los proyectistas que estén bien o mal resueltos.

Critica los edificios emblemáticos de los arquitectos de fama. Hay veces que ni siquiera nos paramos a reflexionar sobre ellos simplemente por quién ha firmado ese proyecto, asumiendo que es un hito en la ciudad sin juzgarlo. Aunque la verdad, me parece muy radical su propuesta de los antipremios, derribar el edificio feo. Creo que no deberíamos dar lugar a que se construya un edificio que no tiene sentido, y para eso los ciudadanos también deberíamos tomar parte en estos asuntos.

Aunque en general estoy bastante de acuerdo con las ideas del entrevistado, me ha llamado la atención lo siguiente: "Los estudiantes ven los modelos profesionales de las grandes estrellas y se preguntan: ¿si no voy a ser uno de ellos, para qué estudio?”. Yo me encuentro en el papel del estudiante y para nada pienso así. Es más, en los últimos años, el arquitecto ha dejado de ser un artista para convertirse en un servidor social, y en esta época de crisis, dudo que en general se pretenda ser un personaje más que un buen arquitecto.