Pasar por un urbanismo 1 ha supuesto un cambio radical en nuestro camino de formación.

Al principio lo veíamos cómo una rama más que compone a ese árbol de la arquitectura. Además, una rama hasta entonces totalmente desconocida para nosotros. Ahora puedo decir que no se trata sólo de una rama, yo diría que es la raíz sobre la que nace la arquitectura, y a partir de entonces tendrán que ir siempre unidas.

Cuando aprendes el significado de una palabra que antes desconocías, de repente parece que todo el mundo la usa, y la escuchas por todos lados y piensas “menuda coincidencia”, lo mismo me ha sucedido desde que empezamos urbanismo. Te encuentras andando por la ciudad y piensas ¿esa plaza funciona como tal? ¿esa vía es demasiado ancha para el uso que tiene? ¿la entrada principal de ese banco no debería hacerse por otro lado? Y reflexionas sobre cómo cada paso que das por la ciudad ha sido planteado por alguien.

Las mejoras de la ciudad surgen de éstas continuas reflexiones tras experimentar una ciudad, detectando sus problemas, viendo cómo un lugar puede ofrecer nuevas oportunidades. El arquitecto no debe quedarse al margen de la ciudad y sus ciudadanos, pues ellos son los que la experimentan día a día. Tampoco puede olvidar su historia, su cultura, su topografía, climatología… para centrarse en hacer un magnífico diseño nada funcional y al margen del contexto de la ciudad.