Si hay una palabra que ha definido mis primeros paso en esta asignatura ha sido inseguridad, inseguridad al enfrentarme a una rama de la arquitectura totalmente nueva, a una escala desmesuradamente grande que escapaba a nuestro control, la sensación de dar palos de ciego nos invadia a la vez que nos deseseraba a mi compañera y a mi.

   Semana tras semana comenzabamos a controlar a nuestra querida escala 1/5000 y los ciegos se quitaban la venda de los ojos para sumergirse en la urbe multicultural que es Tokio.

   Al principio no entendiamos la elecciónde estas macrociudades, en esas inmensas ciudades que nos desbordaban. Poco a poco nos dimos cuenta que necesitabamos una rotura de esquemas, un modelo muy distinto al granadino, algo que conocimos de primera mano con la realización de la maqueta, una experiencia constructiva como poco. Por primera vez ibamos a trabajar codo con codo quince personas persiguiendo una meta común.

   Tengo que decir que al principio teniamos nuestros mas y nuestros menos, pero en general creo que hablo por todo el grupo Tokio cuando digo que estamos plenamente satisfechos con el resultado final.

   De esta ciudad no solo hemos aprendido su agobiante urbanismo, sus incansables medianeras o su escasez de suelo, sino tambien numerosos aspectos culturales, tradicionales o artisticos que mi compañera y yo hemos intentado plasmar en nuestras entradas.

   Tambien hemos aprendido a gestionar la ingente cantidad de información que nos llegaba y a valorar mas que nunca una correctisima adecuación y representación gráfica que mostrara las ideas y referencias que a menudo rondaban nuestras cabezas.

   Y por último, algo que tambien he aprendido este curso es lo que un arquitecto debe y puede hacer por la ciudad. Una actitud crítica ante entorno que nos rodea es fundamental, debemos dejar de lado los ideales utópicos y el rol de arquitecto estrella, dejar de encerrarnos en la magnificencia de nuestra obra y atender por un momento a su contenedor.

   Este acercamiento debe ser progresivo ya que las ciudades crecen a un ritmo frenético contra el que no podemos luchar; no se trata de colocar un yugo y dirigir, sino mas bien, de dibujar una fina linea para guiar. Nadie dijo que fuese una tarea facil ya que compromete numerosos campos como el psicológico y sobre todo el sociológico, pero como se suele decir el arquitecto que solo es arquitecto no es arquitecto.