Hasta ahora nos hemos enfrentado a proyectos de pequeña escala en los que tener en cuenta el lugar se remitía a estudiar un entorno muy próximo. No nos podemos olvidar que cuando proyectamos un edificio también estamos construyendo ciudad.
Al trabajar en una ciudad como es Dhaka, me doy cuenta de como un pequeño gesto a nivel de proyecto puede cambiar las formas de vida de sus habitantes de una manera que no había imaginado. Al principio nos vimos un poco perdidos en esta ciudad, en la que aparentemente había muy poca información y documentación gráfica. Pero nos ha servido para utilizar otros métodos de investigación distintos a los que solemos usar para conocer un lugar y a observar más detenidamente los pequeños detalles.

La ciudad no es un objeto, la formamos todos sus habitantes y por ello todos debemos ser partícipes de su crecimiento y evolución. Y nosotros como futuros arquitectos debemos facilitar este desarrollo, debemos conocer y entender los problemas a los que nos enfrentamos y ser conscientes que ya no estamos ants un proyecto aislado, ahora todo está conectado y la relación entre las partes es fundamental.
Estudiar un lugar también implica conocer su historia , sus recuerdos, costumbres, formas de vivir, etc. La ciudad deja de estar viva sin sus ciudadanos, sin personas que recorran sus calles y niños que jueguen en sus parques. La finalidad del arquitecto tiene que ser satisfacer las necesidades del ciudadano y no convertir su arquitectura en un objeto con el que conseguir prestigio o fama. La arquitectura no puede ser una moda.

En cuanto al trabajo en clase, aunque ya en varias asignaturas hemos tenido que trabajar en grupo, sin duda ha sido una experiencia nueva. Aunque al principio surgieron múltiples problemas a causa de ser un grupo tan amplio, hemos acabado resolviendo las complicaciones que se nos han presentado y ha sido una manera de aprender a trabajar en equipo.