"La cantidad ha sido la causa perdida de este siglo" , así, el arquitecto deja claro su inconformismo con la situación actual de las ciudades. Hace una llamada de atención e intenta abrir los ojos a lo que está pasando, aunque todos lo sabemos, hemos perdido la partida contra la modernidad.

Pone de manifiesto que los urbanistas se han dado cuenta demasiado tarde de todos los fracasos que se han llevado a cabo para intentar resurgir las ciudades y que nuestro punto de partida para avanzar debería ser la modificación y no la creación desde cero. 

Parece como si ya no se pudiese manipular las ciudades con racionalidad y que lo único en lo que nos hemos basado es en la construcción impersonal y en serie. Necesitamos un cambio, pero basándonos en lo que tenemos, la ciudad. Hacer híbridos, dar nuevos usos, imaginar todas las combinaciones posibles, abrir la mente en general y trabajar con los productos que hemos originado.

La modernización no puede cegarnos y dejar de imaginar las posibilidades que somos capaces de abarcar. No está todo perdido y tenemos que potenciar esa arquitectura que a sido nuestra perdición. Sólo basándonos en ella y en sus relaciones  podremos volver a resurgir "todo lo que  tenemos, la ciudad."