Este texto trata de la evolución que ha experimentado el Urbanismo en los últimos años. Pienso que es lamentable que el Urbanismo haya sido desplazado, marginado… este trato queda reflejado en el hecho de que no haya intervenido  en la reordenación del territorio en las urbes que han tenido un aumento demográfico enorme en los últimos tiempos.

La no participación del urbanista ha provocado la creación o ampliación de ciudades con una distribución urbanística caótica. Desgraciadamente, el Urbanismo ya no controla totalmente la ordenación del territorio y sin lugar a dudas su gran enemigo ha sido y lo es: el “poder” político, económico,…  este ha sido el causante de que no haya dejado al urbanismo actuar con libertad.

Puede dar la impresión de que el urbanismo es sustituido por la arquitectura, cuando ambos debían de complementarse, ya que la arquitectura no puede inventar y renovar la ordenación del territorio.

Por todo ello, se habla de un “nuevo urbanismo” el cual nunca podrá hablar de lo “nuevo” sino del incremento y la modificación, este urbanismo no sólo será una profesión, sino una manera de pensar, cuya ideología consistirá en la aceptación de lo que existe.

Para que el urbanismo pueda existir tendrá que imaginar una nueva idea de lo nuevo. El urbanismo mantiene una lucha contra la arquitectura intentando ocupar su espacio.

Para finalizar decir, que lo que ha quedado  demostrado es que la muerte del urbanismo nos llevaría a un caos, a una ordenación, planificación urbanística desastrosa.