La calles comenzaron siendo solamente el paso de personas y carruajes que se concentraba el flujo del tránsito en una ciudad pero con la llegada de los vehículos tendieron a ensancharse y convertirse un elementos fundamentales para el desarrollo y la vivencia cotidiana en una ciudad.

Pero debido a la fabricación en masa el transito se hacía difícil sobre todo en los cruces en los que surgían los problemas y cuando el vehículo motorizado entro en acción la peligrosidad hacia los viandantes hizo que se planteasen nuevas formas para redirigir esos flujos. De ahí la diferenciación de la zona para peatones y la zona para vehículos a motor y nació el acerado y los grandes bulevares.

Los  urbanistas  y  los  ingenieros  de  transporte  tuvieron  cada  vez  más  dificultades  para  generar  todas  las  calles  que  necesitaban  los  automóviles  en  las  zonas  centrales  y  densas  de  las ciudades.

En  segundo  lugar,  los  comerciantes  descubrieron  que  para  aumentar  el  rendimiento  de  sus  calles  peatonales  y  sus  centros  comerciales  hace  falta  llevar  más  público  y  que,  entonces,  es  necesario  rearticular  la  actividad  comercial   al   tránsito   y   a   los   pasantes.

El   modelo   de   especialización   funcional,   tanto   en   la   industria   como   en   el   urbanismo,   ha   aprovechado principalmente  los  recursos  de  la  cantidad.

Como conclusión la calles es el elemento fundamental en una ciudad que articula, que  genera y articula toda la ciudad y es el punto donde se desarrollo tanto cultural como económicamente la sociedad siempre y cuando sea trazada y diseñada con lógica y potenciando los elementos fundamentales de la ciudad.

La calles comenzaron siendo solamente el paso de personas y carruajes que se concentraba el flujo del tránsito en una ciudad pero con la llegada de los vehículos tendieron a ensancharse y convertirse un elementos fundamentales para el desarrollo y la vivencia cotidiana en una ciudad.

Pero debido a la fabricación en masa el transito se hacía difícil sobre todo en los cruces en los que surgían los problemas y cuando el vehículo motorizado entro en acción la peligrosidad hacia los viandantes hizo que se planteasen nuevas formas para redirigir esos flujos. De ahí la diferenciación de la zona para peatones y la zona para vehículos a motor y nació el acerado y los grandes bulevares.

Los  urbanistas  y  los  ingenieros  de  transporte  tuvieron  cada  vez  más  dificultades  para  generar  todas  las  calles  que  necesitaban  los  automóviles  en  las  zonas  centrales  y  densas  de  las ciudades.

En  segundo  lugar,  los  comerciantes  descubrieron  que  para  aumentar  el  rendimiento  de  sus  calles  peatonales  y  sus  centros  comerciales  hace  falta  llevar  más  público  y  que,  entonces,  es  necesario  rearticular  la  actividad  comercial   al   tránsito   y   a   los   pasantes.

El   modelo   de   especialización   funcional,   tanto   en   la   industria   como   en   el   urbanismo,   ha   aprovechado principalmente  los  recursos  de  la  cantidad.

Como conclusión la calles es el elemento fundamental en una ciudad que articula, que  genera y articula toda la ciudad y es el punto donde se desarrollo tanto cultural como económicamente la sociedad siempre y cuando sea trazada y diseñada con lógica y potenciando los elementos fundamentales de la ciudad.