La búsqueda de la calidad de vida en la ciudad es la principal meta del urbanismo moderno. Después de un largo período en pos de una ciudad ideal y renovadora, el fin de la utopía urbana hace que, principalmente en Occidente, renazca el interés por las viejas ciudades y por la solución de sus problemas.

Creo que en los países desarrollados, pasado el momento de crecimiento urbano e incluso en un proceso de recesión demográfica, el urbanismo actual  debería basarse sobre todo en redescubrir y rescatar las ciudades existentes mediante un análisis específico que permita aportar las soluciones adecuadas a cada caso. Fruto de ello sería hacer actuaciones puntuales, como la rehabilitación del parque inmobiliario, recuperaciones de cascos antiguos, zonas marginales o industriales en declive.

Yo pienso que la arquitectura ha colaborado con el urbanismo en el embellecimiento de las ciudades, mediante el diseño de grandes jardines y obras ornamentales como los arcos de triunfo o las torres, que pueden ser meramente decorativas, como la torre Eiffel.