El autor nos aporta las supuestas claves para el denominado neourbanismo.

Por mi parte puedo estar de a cuerdo con diversos puntos tratados como claves para un futuro urbanismo, cargado de la participación popular y que persigue enriquecer la ciudad y desatándola de ligaduras político-cutlturales.

Considero que el futuro urbanismo podria ir encaminado a nuestro propio estudio pronfundo, sin la simplificación de las masas, dotando de un grado de libertad al usuario, que es quien decide como vivir lo urbano.

Por supuesto debe de ser heterogéneo ya que considero que una ciudad debe de mantener una armonía general, sin excesos en ninguna de las vertientes tales como la peaatonalización o ensanches de viales que corten o discriminen diferentes zonas, distritos, barrios, etc.

Y sin duda el estilismo abierto marca la desligazón de lo que hasta ahora conocemos, pero sin desviarnos del camino de la prucendia, ya que las miradas neófitas necesitan tiempo para su adaptación.