DIÁLOGOS 03

Creada el 28 de Noviembre de 2020 a las 15:51 por RosaAlba4

Proyecto: Urban Games 2020
Tema: Diálogos
Coordinadores: abarca dacama

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CHRISTOPHER ALEXANDER. LA CIUDAD NO ES UN ÁRBOL. 

 

Desde el principio Alexander C. aclara que trata sobre esquemas mentales. 

Diferencia entre “ciudades naturales”, definidas como “aquellas que se crearon de un modo más o menos espontáneo”, y “ciudades artificiales”, definidas como aquellas  “que han sido deliberadamente creadas por diseñadores y planificadores”. 

 

Ejemplos 

-Ciudades naturales: Siena, Liverpool, Kyoto, Manhattan.

-Ciudades artificiales: Levittown, Chandigarh, New Towns inglesas.

 

Se reconoce la ausencia de algo en estas ciudades artificiales. 

 

El texto lanza la pregunta: “¿Cuál es la naturaleza intrínseca, el principio ordenador, que distingue la ciudad artificial de la ciudad natural?”

Establece una ordenación de semi retículo para las ciudades naturales y un árbol para las ciudades artificiales. Indican dos estructuras de conjuntos diferentes, siendo el conjunto “una agrupación de elementos que por cualquier motivo creemos que van unidos” .

“Cuando los elementos de un conjunto se agrupan porque cooperan o colaboran de alguna manera, decimos que el conjunto de elementos es un sistema”. 

 

Estas definiciones y explicaciones nos permiten entender los esquemas mentales con los que Christopher Alexander clasifica las ciudades, la semirretícula y el árbol. 

 

El axioma de semirretículo es el siguiente: “Una familia de conjuntos forma un semirretículo si, y sólo si, cuando se sobreponen dos conjuntos que pertenecen a la familia, el conjunto de elementos comunes a los dos pertenece también a la familia” 

 

En el ámbito de la ciudad, quiere decir que cuando dos unidades se sobrepongan, el área de sobreposición es de por sí una entidad reconocible, y por lo tanto, también una unidad.

 

El axioma del árbol establece lo siguiente: “Una familia de conjuntos forma un árbol si y sólo si, tomados dos conjuntos que pertenecen a la familia, uno está o bien contenido por entero en el otro, o bien separado por entero del otro”.  

 

La estructura árbol resulta algo más sencilla debido a que sus relaciones son simples, podría entenderse como por ejemplo un armario, en el que se guardan cajas, en las que a su vez introducimos cajitas, estas cajitas están dentro del armario, separados de los demás por cajas. Es esta sencillez, la que hace caer en el error de las “ciudades artificiales”. 

 

Realiza el ejercicio de estructurar las ciudades ejemplares y expone las consecuencias que tienen estas ordenaciones, y se extiende en cómo las ciudades universitarias quedan encajadas en estas estructuras árbol. 

 

El texto me ha parecido muy interesante, pero ha requerido de un esfuerzo mayor para comprender esto tan abstracto, similar a las matemáticas. Pienso que este texto puede abrirnos las puertas a pensar cuando necesitamos de cada una de estas ordenaciones, cómo usarlas y sobre todo a no hacer las cosas de manera deliberada. Es cierto que la estructura árbol nos hace caer debido a que es la vía fácil, pero un esquema de semirretícula puede llegar a ser un caos. Creo que en nuestras manos está saber cuando debemos dejar de actuar con un plan o proyecto urbanístico. Muchas veces no es tan importante la obra a nivel de cambios constructivos, como el impacto y la consecuencia de la misma, y de obras a “medio hacer” surgen ciudades muy ricas, porque son los propios usuarios u otros condicionantes los que siguen el curso a lo largo del tiempo. 








 

DE SOLÁ MORALES. M. -PRÓLOGO RAYMOND UNWIN: PARA UN URBANISMO EN PARTICULAR 

Frente al fracaso de bloques residenciales, edificaciones en altura y vacíos de la ciudad, este texto pretende encontrar soluciones con algunas reflexiones ya realizadas por Raymond Unwin. 

 

En primer lugar se nombra las “doce viviendas por acre”,  resultando ser esta unas de las primeras normas explícitas de densidad urbana. Consiste en establecer el número aproximado  de 30 viviendas por hectárea, argumentando que era beneficioso económicamente edificar bajando las densidades, teniendo en cuenta el precio de metro cuadrado de suelo. 

Es a partir de esto cuando comienzan las reflexiones acerca de los barrios residenciales, incluyendo en ellos las densidades y precios. 

Como expone el texto, se descubren nuevos temas del proyecto urbanístico: “los modelos y la forma de parcelación, los perfiles y anchuras de las calles, los centros y lugares colectivos, los espacios entre edificios, la importancia horizontal de las vallas y los muros, y la vertical de las cornisas y cumbreras.”

Entonces todas estas cuestiones no resultan elementos aislados para el proyecto urbanístico, si no que son tratadas de manera conjunta. 

 

El suelo se convierte en un tema arquitectónico y comienza a tratar el emplazamiento y la composición de los lugares como si se trataran de plantas de edificios. 

 

Se distinguen dos posturas:

El formalismo de un urbanismo que se apoya en la legislación, en el trazado y el las tradiciones clásica y renacentista. 

El informalismo de un urbanismo que se apoya en el lugar, en la edificación, en el contraste y en la diferencia. 

 

Unwin trata de encontrar el lado positivo y desechar los problemas de cada una de las dos posturas mediante una vía más ancha, tomando de cada una de las dos lo necesario según cada situación. Insiste que no con una tercera postura, sino con una “vía más ancha”.

Quiere un urbanismo que “obtiene la belleza de poner un orden sobre las dificultades del sitio y de la necesidad, y que igual a la arquitectura que diferencia partes en este orden, les atribuye jerarquía y carácter, y valora el detalle como acento o contrapunto. “

Esto debe ser realizado correctamente sin caer en algo pintoresco o folclórico, debe ser algo perfectamente conjugado .

 

Unwin por su lenguaje arquitectónico se ha asimilado a una “postura medievalista y conservadora”, pero con sus rupturas de ordenaciones parcelarias demuestra que esto no es así, rompe con el urbanismo tradicional, también muestra diferencias con respecto a la estética de Sitte y el urbanismo gótico alemán . 

 

Con ayuda de Barry Parker (arquitecto), realiza esquemas residenciales sometiéndose a reglas formales espacios tradicionales del desarrollo parcelario by law, en un contexto donde la formación era precisamente para dar variedad, jerarquía y relación a un modo de hacer vivienda anodino, mecánico e infinitamente insulso” . 

 

También colabora con Edwin Lutyens en el diseño de espacios centrales (Central Square de Hampstead). 

Su urbanismo se desarrolla en un diálogo, desde el barrio de extensión suburbana al entendimiento global de la ciudad, siendo consciente de todos los detalles que intervengan en el proyecto.

 

Así escribe en sus libro sobre “la individualidad de las ciudades” explicando que no existen dos ciudades iguales , la “estética compositiva”, mostrando la ciudad como una combinación de la belleza informal y formal…

 

Desde mi parecer, jamás podemos caer en el error de establecer siempre una misma solución, siguiendo una misma postura. Cada proyecto, cada lugar, cada usuario establece un proceso análitico y proyectual distinto, ofreciendo así la posibilidad de muchas soluciones  para cada uno de ellos, siendo en su mayoría diferentes, debido a todas las diferencias existentes a la hora de hacer un proyecto. De este texto me resulta muy importante la idea de tratar el urbanismo por una vía más ancha y la de tratar un proyecto urbanístico como un proyecto de arquitectura. 

 

 

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