El texto habla sobre el proceso y los elementos a tener en cuenta a la hora de plantear el sitio. Atendiendo a la importancia del estudio previo del lugar y de los futuros habitantes del mismo, debemos adelantarnos a las necesidades del ciudadano buscando un equilibrio entre diseño, utilidad e implantación y no tanto al aparente azar al que en ocasiones se encuentra sometido el urbanismo, sin ningún tipo de respuesta coherente. Prestar atención únicamente a cuestiones estéticas o económicas acaba creando lugares inhabitables y las obras arquitectónicas se convierten en simples objetos.

El arquitecto debe estudiar el emplazamiento, y todas las diferentes variables que pueden llegar a influir en un proyecto, para así crear un equilibrio entre lo que se quiere diseñar y lo existente. El emplazamiento es el vínculo entre el urbanismo y la arquitectura, si no existe un diálogo entre ambas disciplinas tampoco sería posible lograr una experiencia agradable habitando la ciudad.

La falta de participación de todos los habitantes es otro de los problemas, puesto que alfinal la ciudad va a ser vivida por todos ellos, es decir, hay que crearla en función a sus necesidades.