El profesor Gómez Ordoñez define de forma clara y concisa seis enunciados atribuidos a trazar la ciudad.  Trazar supone algo más complejo que unir dos puntos, generar vagas conexiones, o algo que atiende meramente a una forma; trazar supone ir más allá, generar un itinerario narrativo, entender la ciudad como espacio de descubrimiento, de vida, de inesperados encuentros. Es trenzar para dar lugar a espacios con deseadas acumulaciones, concentraciones, confluencias. Delimitar con tramas al estilo Cerdá cuadrículas, vías e intervías.

Y sobre todo, lo más destacable  es su alusión al estudio de diferentes escalas y a la superposición de estas, añadiendo complejidad (“creando ritmos e intervalos”) sobre el detalle y conjunto: trabajar con diferentes escalas es esencial si se quiere cuidar un buen proyecto urbanístico. De lo general y aparentemente más importante, al detalle más nimio, que en realidad es igual de importante, y puede marcar grandes diferencias.

(Imagen: invervención artística de Christo y Jeanne-Claude. 'Floating piers', 'Los muelles flotantes'.)