Lynch reflexiona sobre el aparente azar al que está en ocasiones sometido el urbanismo. Deja diversas cuestiones en el aire como qué es planificar, por qué se planifica, si se debe planificar o no y en que medida debemos hacerlo.

El autor define conceptos básicos como el lugar, la calle, el sitio.. mediante los cuales transmite la necesidad de sensibilizarse con el espacio donde se va a intervenir, mostrando las caracteristicas y limitaciones existentes del lugar. 

En mi opinión la planificación debería fomentar una participación social y ciudadana, y esto puede conseguirse teniendo en cuenta dos factores: el lugar y el habitante, creando una ciudad para vivir, no para sobrevivir. Como afirma kevin Lynch: "El habitat bien organizado y productivo es una fuente de riqueza para la humanidad" 

El arquitecto debe buscar un equilibrio entre lo claramente diseñado y lo ya implantado buscando una relacion con los ciudadanos.