La supermanzana es una idea pionera puesta en práctica en Barcelona (superilles) a raíz de que nos hemos dado cuenta de tres grandes problemáticas  que sustentan nuestras ciudades: la contaminación, el porcentaje de espacio dedicado al automóvil y la mala repartición del espacio público en la ciudad. Este proyecto, llevado a cabo gracias a la implicación ciudadana consiste en crear zonas "pacíficas" en las que no sólo se respete a los peatones no pudiendo circular vehículos a motor sino que se desarrollarán actividades lúdicas, comerciales y educativas que mejorarán la calidad de vida de los habitantes. Los niños, en especial, con esta propuesta podrán  disfrutar en la calle sin el problema que era el miedo hacia los coches. Niños que en un fututo serán conscientes de cómo deben ser las calles y crearán un nuevo concepto de ciudad.