El estudio de la ciudad, tarea difícil de abordar por una sola persona, es subjetivo y a la vez complejo pues la ciudad se puede enfocar desde diferentes ángulos como son su historia, geografía, economía, política, sociología, arquitectura…

La definición de ciudad puede ser muy amplia o incluso tener varias definiciones pues no todas son iguales. Se distinguen principalmente tres formas de ciudades: la ciudad domestica o campestre de la civilización nórdica; la ciudad civil o pública, occidental y ciudad por antonomasia; y las ciudades islámicas, privada y religiosa.

Lo que debe caracterizar a los diferentes tipos por igual es que para ser ciudad debe tener alma.

Hoy en día domina la ley de producción y el beneficio económico por lo que en ocasiones se crean ciudades sin alma, solo son grandes aglomeraciones de construcciones y gente. Somos herederos de unas ciudades que quizás tengamos que ir adaptando al momento que vivimos, transformándolas a las necesidades de la sociedad.

En cuanto a la morfología, la disposición en cuadrícula puede haber sido un objeto especulador más que una solución a la sociedad moderna. Quizás se ha perdido el espíritu de sociedad por los factores económicos e industriales que hacen ciudades que se asemejan más a maquinas de producción. La ciudad debe tener vida, alma, diversidad, espacios de reunión y no hacer ciudades o desarrollos complejos o fragmentados, como ocurre mucho hoy día, que se dan casos de zonas muy congestionadas o zonas muy diluidas, crecimiento caótico.

La adaptación de las ciudades a la sociedad actual es un reto que tenemos por delante.

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