En este texto habla sobre la importancia de la ciudad como lugar de comunicación e información. La reflexión que se puede extraer de este fragmento es que la ciudad física sigue siendo fundamental en nuestra sociedad, a pesar de los avances tecnológicos. La proximidad física y la interacción cara a cara son necesarias para fomentar la democracia, la igualdad de derechos y la comunicación efectiva. Además, la superposición de funciones en la ciudad es esencial para crear espacios dinámicos y diversos. La segregación funcional y la falta de flexibilidad en el diseño urbano son cuestiones que deben abordarse para garantizar una ciudad inclusiva y vibrante. Finalmente, se destaca la importancia de preservar la identidad de los barrios y evitar la homogeneización provocada por los centros comerciales. En definitiva, la ciudad física sigue siendo un espacio vital para la vida social, política y cultural.