En este libro se pone en entredicho las ciudades prediseñadas ya que no se adaptan al entorno y por lo tanto no terminan de funcionar. Para lograr ese funcionamiento se estudian varios factores como el comportamiento de los que las habitan determinando hasta 20 posibles tipos de disposición en forma de árbol de la misma ciudad para que de esa manera, en un principio, se puedan cubrir todas las necesidades. Si hacemos un estudio de las nuevas ciudades nos podemos fijar como copian sin ningún fundamento sistemas más complejos de ciudades antiguas, eliminando muchas de las relaciones entre conjuntos que pueden surgir a raíz de una ciudad bien estructurada. Cuando estos se alejan o superponen crean una relación de dependencia que hacen que formen un sistema definido. En los conjuntos que mantienen relaciones de superposición se valoran mucho más los subconjuntos que en los que se valoran relaciones de alejamiento.

Se comparan las ciudades formadas según sistemas de semirretículo o sistemas árbol. Aunque la mayoría de ciudades modernas se formen por sistemas árbol la estructura de semrretículo es mucho más compleja y favorece las relaciones de los distintos elementos de la ciudad, sobre todo porque se adapta a la sociedad moderna y su comportamiento. Esta estructura tendría en cuenta el orden jerárquico de los núcleos urbanos y como se deja de lado otro tipo de factores importantes a la hora de organizar un tejido urbano. Para terminar, señala la importancia de las relaciones que tiene en cuenta la estructura de semirretículo en comparación con la estructura simple del árbol.