Antes del confinamiento nadie se hubiera pensado que eso podría llegar a suceder. Un encierro a nivel mundial, sin saber que iba a pasar. Este confinamiento se ha vivido de muy diversas maneras dependiendo del espacio vividero que cada uno podía tener. No es lo mismo pasar el tiempo en una casa confortable, con televisión, acceso a internet, libros y grandes espacios, que sin calefacción, sin espacio, sin luz, sin ventilación.. Muchos de nosotros, incluida yo, hemos tenido la suerte de poder vivir de manera distinta, pudiendo salir cada día a un jardín o terraza, con diferentes comodidades. Gracias también a ello, se ha podido valorar una simple terraza de 1 metro cuadrado, donde poder salir a respirar y ver la luz del sol, la cual antes del confinamiento estaba olvidada o en desuso. Paseando por el albaicín, por esas calles tan estrechas y oscuras, algunas con ventanas muy pequeñas, me daba cuenta de todo esto.