Durante unos años, se ha ido observando el ritmo evolutivo de las grandes ciudades; sorprendentemente, es necesario pensar en una nueva forma de habitar el espacio. Estudiando y resgistrando los modos de vida de las personas se logra un fundamento que explica por qué, según la configuración arquitectónica, es así sus rutinas. Es decir, estamos ante un "poder" que solo pueden ejercer algunos, aquellos que se dedican a la arquitectura o son capaces de desarrollar proyectos urbanísticos. Aquí cabe la posibilidad de dar con un profesional que no se preocupa por la parte humanista de la intervención, que no muestra atención a cómo afectará no solo al entorno (ambiental, histórico, etc.), sino a los ciudadanos. 

No es lo mismo un espacio abierto con características atractivas, que el destinado a carreteras-otro gran problema: el tráfico-. Como conclusión, debemos contribuir a la reactivación de las plazas, los parques, y todos los espacios sociales; necesitamos salir del mundo personal y ser conscientes del exterior, relacionarnos entre nosotros y disfrutar de lo natural.

Foto de portada: Centro de Innovación UC - A. Aravena

https://s3-eu-west-1.amazonaws.com/archpapers/app_global/REVISTAS_AVmonografias/avmonografias185/previews/avmonografias185_preview_2_big.jpg